El verano va llegando a su fin, y son muchos los que comienzan a plantearse la organización de cara a la nueva temporada de baile. En este post tratamos algunos tips para ayudar a retomar la actividad.
Para algunos bailarines, más de un mes de merecidas vacaciones hace necesario plantearse la forma de volver a las sesiones de danza. Puede ser una tarea un tanto complicada, (tanto psicológica como físicamente), tanto para niños, como para las madres y padres, así como adultos. Retomar los horarios de sueño, de comidas y de estudio/trabajo es fundamental para comenzar bien la nueva temporada.
Aquí van algunos consejos:
1. Incorporarse de forma progresiva a las sesiones:
Fundamentalmente en el caso de los niños, resulta relevante que entiendan que el curso va a comenzar y que nos vamos a preparar para ello.
Para lograrlo, podéis acudir a Elegance, la semana anterior al inicio del curso, en horario de clases habitual, para que los peques visiten a sus profesores.
2. Tipos de actividades según el esfuerzo:
Para que nuestro cuerpo y nuestra mente se adapten de forma óptima a los nuevos horarios, (dormir y despertar más temprano en la mayoría de la veces), aconsejamos llevar a cabo actividades dancísticas que impliquen esfuerzo físico. Una vez realizadas, es conveniente finalizar el día con otras un tanto más relajantes (como leer, escuchar música, pintar, etc.).
3. Actividades escogidas
Tanto en el caso de niños como adultos, los horarios deben ser acordados por los bailarines/padresdebailarines con los profesores de baile, con el objetivo de saber si es necesario un cambio de nivel o recordatorio de conceptos.
Sería ideal que los propios bailarines pudieran escoger, de acuerdo a las opciones que los padres/profesores contemplen, qué estilo de danza les apetece realizar.
De esta forma, involucramos a los pequeños en su formación, lo que implica que sea más significativo para ellos y, por consiguiente, lo respeten y acepten.
4. Preparación del material
¡A todos nos encanta elegir material!
¡Preparar los zapatos de baile, los mallots, ropa que nos haga sentirnos "preparados para la acción" ayuda a concienciarnos que estamos cerca del inicio de la nueva etapa!
En el caso de los peques, enseñarles a preparar su "mochila de baile" con la indumentaria y agua, con anterioridad a las clases, ayuda a que adquieran responsabilidad sobre sus cosas y ayuda a una organización adecuada para cumplir con horarios y actividades.
5. Y llegó el primer día de clases de baile
Para peques:
Si nuestros peques realizan o comienzan las clases de baile, sería ideal que los padres acompañen a sus hijos el primer día. Este hecho hace bajar la ansiedad antes este acontecimiento.
Pero, ¿qué hago si se pone a llorar?
No te preocupes en exceso. Es algo bastante habitual. En este caso, puedes abrazarlo/a cariñosamente, reforzar con voz calmada el mensaje de que "es capaz de realizar la actividad", recordarle que irás a recogerlo cuando la sesión finalice, y dejar que el profe haga su trabajo.
Lo habitual es que el peque logre calmarse a los minutos de comenzar la actividad, y los docentes contemplan estrategias para ayudarles a ello.
Una vez finalizada la sesión, podéis preguntar al niño/a por la experiencia, cómo se ha sentido, si conoció a nuevas "amigos", sus nombres, qué aprendió, etc. La clave de estas preguntas está en permitir que verbalice aspectos positivos de la clase de baile y con ello cobren fuerza.
Para adultos:
Si tu verano ha sido "de relax profundo" tómatelo con calma. No te exijas límites físico altos, ya que puede llevar a frustración e incluso lesiones.
Ir poco a poco logrando tu forma física te ayudará a llegar a tu meta de una forma sana.
6. ¿Y si no sé por dónde empezar?
En este caso, déjanos que te aconsejemos.
Podemos establecer un planning acorde a tus necesidades y expectativas. En una reunión sin compromiso trataremos de dar respuesta a tus dudas y proporcionarte la orientación necesaria para que tus clases sean lo más recompensantes y efectivas posible.
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